Mi muerte empieza en tu cuerpo, al estar dentro de tí, despertaste mis gemidos, cuando yo copulaba en silencio.
Mi muerte empieza en tu cuerpo. Es la muerte de la razón, el agotamiento de todo sentir, la paz del descanso eterno. Ya no viviré más, ya no pensaré más, ya no respiraré más. Omne animal triste post coitum. Es la banalización de la existencia, dejarse llevar por la extinción de los cuerpos, elevar el alma a lugares inciertos, encontrar sin buscar el fin de todo sufrimiento. Mi muerte empieza en tu cuerpo: En cada curva, en cada gemido, en cada orgasmo. Son tus palabras al oído, el despertarme a media noche, el pedirme placer sin previo aviso. Es no distinguir el día de la noche, hasta mi muerte, hasta tu vida.
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