viernes, 2 de julio de 2021

Café Brinkmann

 


Y volver a sentir el olor a café de Brinkmann en Haarlem. Mucho antes que existieran las redes sociales sus galletas de acompañamiento indicaban el año de su fundación, en una época en la que no se desperdiciaban fotos en objetos cotidianos. Mi padre -que no era muy aficionado a las cafeterías-  adoró aquel local. Supongo que uno hace en tierra extraña lo que no es capaz de hacer en la propia. La libertad de la privacidad es algo que entendemos todos los que sentimos Wanderlust, todo los culos de mal asiento. Que distintos nos resultan los objetos cuando somos adultos, como si estuviera en una ciudad nueva, distinta. Pero los recuerdos parecen marcar nuestro destino y el fin de nuestros días como una exhalación.

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