Suecia en verano. Mälmo se convierte en una ciudad vibrante, dónde el arte y las cafeterías toman las calles y la luz hace presencia hasta bien entrada la noche. Confuso, no sé si estoy trasnochando o amaneciendo, no sé si te tengo entre mis manos o es un sueño:
Ribersborgsstranden por momentos parece Llanes, es una playa distinta, los colores, la luz, la gente no tiene la intensidad del sur. Te tumbas encima mía y abrazados miramos al horizonte: Hay una torre de dudoso buen gusto, como si fuera un gran hermano que vigila a los bañistas. Eso y silencio, hasta los niños son silenciosos, educados: Pequeños ingenieros con cubos y palas, colaborando entre ellos para la construcción de obras efímeras. Me besas y susurras palabras de amor. No las escucho, sólo las entiendo, que ya es bastante para lo que nos ha tocado vivir.
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