martes, 5 de abril de 2016

Prácticamente amar



Cuando el amor se tiene que ir, se va. Ya me cansé de buscar sentimientos que perduren en el tiempo. Muchas veces sin previo aviso, sin argumentos, sin discusión previa. Desaparece como apareció, de forma mágica, misteriosa. Sino fuera por el vacío que deja en mi interior, ni lo notaría. Al principio, en mis primeras relaciones, pensaba que era una perdida de tiempo. Luego aprendí a disfrutar cada bocado, cada beso, cada instante como si fuera el último y me olvidé. Veo amigos solteros preocupados por el gimnasio y la dieta, que quizás abandonarán cuando lleven unos años con sus parejas. ¿Tiene sentido tanto esfuerzo para una persona que todavía no conoces? Ya me cansé de amar a parejas futuras previamente. Si voy al gimnasio es porque quiero. Peso lo que tengo que pesar para mis casi dos metros de altura y probablemente las mujeres que atraería si pesara menos no me atraerían a mí, por ser superficiales, de contenido vacío. Nací con cierto don de la palabra, capacidad de análisis e inteligencia. Soy el Rey del chiste malo. Y por eso enamoro, o quizás no. Que más da. Antes pretendía seguir cierto camino en la vida. Cuando ví que todos mentían, que se autoengañaban con falsas promesas, decidí ser feliz. Y quien no haya entendido que lo mejor para uno mismo es ser feliz, no ha entendido la vida.  No se si seré padre. Si encontraré el amor de mi vida, o si ya lo encontré y lo perdí, y me da igual. Amar es un placer, Viajar es un placer, Comer es un placer. Todo lo demás, es tiempo de relleno, como los anuncios en una película. No voy a renunciar a perderme por playas infinitas y lugares mágicos. No voy a renunciar a una comida exquisita salvo por propia supervivencia. Me da igual donde y con quien vivir, y si algún día vuelvo a vivir en pareja será para poder hacernos felices mutuamente, viajando, comiendo, amando, o no será. Sabiendo esto, lo único que hay que procurar es reducir los tiempos de relleno. Esto se consigue riendo al máximo. Todo lo demás es un mundo de mentiras, o bien un mundo que no entiendo y que no funciona para mí persona. Redescubriré quizás cada domingo  lo hermoso de mirar un bello cuerpo mientras duerme, que produce esa sensación de ternura que embriaga, abrazarla mientras no abre los ojos, comenzar la mañana con besos y sentimientos que inviten a soñar. Quizás amaré a una mujer con locura y lucharé para que eso perdure, pero mientras tanto, enamoraré preparando tartas de zanahoria. 

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