Lo reconozco: Me hiciste perder el tiempo.
También supe que las mujeres de verdad desean ser amadas, no ignoradas, que las mujeres de verdad te desean, que saben que tres negativas a juegos de cama significa perder al hombre, que a los hombres si no se les da de comer en casa lo buscan fuera, que el deseo forma parte del amor, que el cortejo ha de ser permanente con los ojos, que las discusiones se solucionan con placer entre dos.
Lo reconozco: Me alegro que nunca fueras la madre de mis hijos, porque tú, personaje egoísta no debes ser madre jamás. No se puede huir cuando la vida se pone difícil. Hay que enfrentarse a ella, es algo que no se puede ni se debe ignorar, el que lo hace no sabe de qué se trata la vida.
Jamás me arrepentí de amar, pero sí de perder el tiempo.
Volví a sentir y me di cuenta.
Cuando alguien te hace daño, debes hacérselo saber. Hacerte perder el tiempo es robarte la vida.
ResponderEliminarCorrecto, así es Joaquín. Pero no me cabreó que me mintiera. Me cabreó que la creí.
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