jueves, 17 de junio de 2021

Cuaderno de amor

 









Me perdiste porque alguien me encontró. Ella te da las gracias porque al soltarme de tus brazos fui directo a los suyos. Recuerdo aún el día aquel que estábamos en silencio en una terraza bajo su ventana, cuando en tu mente ya no estabas conmigo, porque las mujeres dejáis primero con la mente y luego con el cuerpo. Ella me reconoció y se rió desde la ventana, vio que sufría, pues sabe que el silencio conmigo en compañía no existe. Me lo hizo saber, y yo mentí en un acto de fe, no me gusta deshacer lo andado. Ella dice que se enamoró, o qué ya enamorada estaba, vete tú a saber. Nadie sabe el instante exacto, pero la cama que tú decidiste usaramos sólo para dormir tuvo durante tu ausencia usos distintos, fue la mejor despedida de la casa que jamás pude imaginar. Ella estaba tan cerca y tú tan lejos. ¿Sabes? Nací para amar y ser amado. Nací para besar, para tocar, para sentir. Y no sé vivir de otra manera.

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