viernes, 7 de agosto de 2020

Me enamoré tres veces (II)




 Era otoño en mi vida y me encontró en este loco mundo. Un día me llevó a una iglesia.

- Aquí me quiero casar.

- Vale.

Años después de aquella conversación, entró allí vestida de novia y a mí me dio por reír:Recordé el día que me dijo que se quería casar allí. Me pareció la mujer más loca del mundo, pero estaba loca por mí. Subimos en ascensor para hacernos fotos. Bajamos a la tierra a disfrutar nuestro día. La música se estropeó al entrar en la recepción. La tarta nupcial resultó demasiado fría para ser cortada, pusieron Closer de The Corrs en el primer baile. Nuestro matrimonio empezó y comenzó a terminar en esa misma sala. A ella le faltaba un invitado. 

- Sergio ha terminado su relación, por eso no ha podido venir. Pobre, estaba loco por tener hijos.

Escuché sus palabras sin mucha atención y no sé qué contesté. Era su antigua pareja, así que no pude evitar alegrarme. De repente una sombra se apoderó de mí corazón: El presentimiento de una traición futura. Nuestro matrimonio terminó años después, pero aquel fue el primer paso hacia el dolor del divorcio, a noches de angustia, a mudanza triste de colchón sin somier, a extrañar complicidades. 

Tuvieron un hijo muy guapo.



2 comentarios:

  1. Menudos malnacidos.... Y encima había invitados a Sergio a la boda, no me extraña que te saltará una alarma en el inconsciente.

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