domingo, 27 de noviembre de 2016

Drachenfutter



Estoy buscando Drachenfutter para tí. Drachenfutter en alemán significa literalmente "comida para dragones" y se refiere a aquel regalo que un hombre le hace a su mujer para conseguir ser perdonado o para apagar su rabia. Quien sabe la razón, para que buscarla, si dispones de un universo infinito de preocupaciones, galaxias enteras de equivocaciones o palabras mal dichas por mi, clasificadas por fecha y por la ropa que llevaba en ese justo instante. Acababa de hacerte el amor -y modestamente, creo que se me dió bastante bien- con lo cual tampoco podía ir por ahí. O quizás sí. Porque antes estabas feliz, pletórica, como si hubieras decidido declarar el día mundial del débito conyugal en nuestra cama. Pensé y pensé y no alcancé a encontrar motivo alguno. Te había mordido, pero con suavidad y sin dejarte marca alguna. Había trabajado los preliminares como si fuera el trailer de la película del año. Te había agasajado con toda clase de besos, caricias y palabras de amor. La iluminación y la música habían sido correctas, porque habíamos comenzado a desnudarnos cuando terminamos la cena, improvisada tras tu jornada maratoniana. Fue al día siguiente, mientras estaba absorto leyendo a Bayly en el sofa, desconectado por completo del mundo, cuando saltaste y gritaste: "¿DONDE? ¿DONDE APRENDISTE ESO?". Pegué un salto en el sofá, sobresaltado, mirándote sin entender, y continuaste: "¿QUIEN? ¿QUIEN TE ENSEÑO ESO?". Instintivamente miré mi móvil y estuve apunto de llamar a Carlos, mi abogado, para saber que contestar. Me acordé de la última vez que tuvimos un pleito con mi empresa y contesté la respuesta standard que el me enseñó, la respuesta mágica: "NO LO RECUERDO, NO LO SÉ". Por cierto, fue divertido porque contesté eso durante todo el juicio, incluso cuando me preguntaron por la edad y por mi nombre. Mejor, porque en este momento no se quien soy ni como me llamo, y mucho menos mi edad: Sólo sé que una mujer al día siguiente de haberse acostado conmigo me está chillando, y esto suele suceder inmediatamente después de la cópula -sea esta satisfactoria o no- pero no al día siguiente. Me empezaste a dar collejas y yo a defenderme a mi mismo y a mi hombría, moviéndome de sitio. "TU NUNCA" (colleja) "TE ACUERDAS" (colleja) "DE NADA" (combo de collejas). Confundido, con una sensación de retorno a mi más tierna juventud, como si mi madre me estuviera castigando por algo malo, salí corriendo y me encerré en el baño. "SAL DE AHÍ, COBARDE". "Los cojones Mariloli", pensé. Tras aporrear la puerta empezaste a contar el motivo de tu enfado, con pelos y señales. Se podía resumir así: Te había hecho el amor tan bien, habías tenido un multiorgasmo tan perfecto, que tenía que haberlo aprendido de otra. Probablemente, en un cursillo acelerado. Y es que ni dándole la perfección esta mujer se conforma. Habrá que buscar Drachenfutter.

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