miércoles, 22 de noviembre de 2023

Alicante y sus farmacias

Que estaba en Alicante de vacaciones no era de casualidad, sino por ser un lugar distinto y distante donde habitan grandes amistades mías. Mi última estancia fue diez años antes por un evento profesional al que tenía que asistir y vi a la ciudad igual, con esa vocación mixta de culturas que a su vez reservan kilómetros de litoral para los madrileños (hasta la fecha, es el único lugar donde me encuentro a gente de Madrid caminando por el paseo marítimo como si fuera la Gran Vía, siempre gente que me reconoce a medias de alguna cosa, generalmente mientras pasean al perro o con los niños, me preguntan si sigo en el mismo sitio, les respondo que no -aunque no sé que sitio erá ese- que ya estoy en otro, que soy culo de mal asiento, que la vida me intenta estabilizar pero yo soy más rápido. Entonces sueltan un detalle o anécdota en común a sus mujeres,"Hace tablas dinámicas rapidísimo" que generalmente me permiten ubicar el recuerdo en mi memoria y sonreír agradecido y educado a tal alabanza a mi persona. 

En este caso en concreto no tenía ni puta idea de quien era este señor, que además se me hacía un poquito brasas, porque parecía conocerme de toda la vida según le explicaba a la parienta. Parecía un yonqui rehabilitado sin éxito, con una camisa hawaiana horrible, bañador y alpargatas con la bandera de Brasil a juego. La mujer era una segunda esposa seguro y el niño no era de él, aunque los dos estaban pasando más vergüenza que yo y sonreían con los dientes apretados. En Madrid funciona un "me alegro de verte" y un golpecito en el hombro para librarse de alguien, se ve que es algo propio de la comunidad, por no pagar impuesto de patrimonio o algo, vaya usted a saber, pero se ve que aquí no, porque el señor seguía forzando la conversación entusiasmado. Así que dejé de hablar y me fuí yendo a la vez que lo acompañaba de un saludo de muñeca como si perteneciera a la realeza y medio guiñando los ojos con una sonrisa. Esto en Madrid lo llamamos hacer mutis por el foro. Dejé a mi interlocutor con la palabra en la boca, hasta que su mujer lo redireccionó y continuaron el paseo. Tenía cierta urgencia en ir a la farmacia porque días antes me había picado una araña, la picadura se había complicado bastante y tuve que usar los servicios médicos alicantinos (más acostumbrados a cosas así de lo que podía imaginar, y francamente muy profesionales) así que me puse en la cola de una de la calle mayor, que parecía tan antigua que más que farmaceúticos tendría boticarios. Justo segundos antes de ser atendido,  me adelantó por la izquierda una señora de aproximadamente mil quinientos años como si de un fórmula 1 se tratara y soltó un "Buenos días, dame [nombre de medicamento ininteligible]" a lo que la profesional de atención al cliente respondió de manera automática "s'ha colat" por lo bajini. 

- Señora, disculpe, se ha colado - Repetí yo, por si no lo había oido.   
- ¿QUE DICES? ¿QUE ME HE COLADO? ¿ESTÁS LOCO? - chilló. 
- Sí a las dos - le contesté yo, por abreviar. 

Su griterió continuó y exigió ser atendida, a lo que la farmacéutica me miró con cara de susto y yo le hice un gesto madrileño de agilización de tráfico y elección de batallas, llamado "Tiramillas". Lo entendió, que para eso es una profesional en atención al cliente, pero de repente alguién detrás mía gritó:
" ¡PERO SEÑORA, QUE SE HA COLADO! " Era el brasas del paseo marítimo, a lo que su señora añadió "¡PERO QUE VERGÜENZA! ¡SINVERGÜENZA!" y se lío la de Dios, lo que aproveché para ser atendido. 

Quien tiene un amigo tiene un tesoro, aunque a día de hoy no se como se llama. 

2 comentarios:

  1. ja ja ja.... qué bueno. Ese tipo de señoras son universales, se sienten de la casa estén donde estén, tienen prioridad porque lo valen. Deberían ser declaradas patrimonio de la humanidad. Luego se iría a su casa mascullando contra los de Madrid (aunque el aludido sea de Bilbao) yo no sé si en Madrid se pide la vez pero aquí es lo normal.

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    1. Hay dos frases diarias de Madrid: "¿El último?" A lo que respondes "Usted" y "¿Perdone, VA A SALIR?" Cuando vas a salir del metro en la próxima y saltar por encima de alguien. Ahí la respuesta es "No" siempre, aunque vayas a salir.

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