Relatos de ficción "Captar en lo que se ha escrito es síntoma de lo que se ha callado" (Nietzsche)
domingo, 31 de octubre de 2021
Un amor hace desaparecer al antiguo
viernes, 29 de octubre de 2021
La Libertad es
La libertad es poder elegir, porque, en un instante, la vida cambia: Por segundos todo lo que era de repente no es, la foto fija adquiere movimiento, velocidad. La lección aprendida no sirve, la materia se transforma, el café abre los ojos y cambia la percepción, la luz, los olores, el acuerdo se convierte en un de acuerdo, falso, de mundo de fantasía, la de los alejados de la verdad. Queremos estar lejos de los nuestros pero cerca del trabajo. Queremos buenos colegios para nuestros hijos. Que el día de mañana y el pasado sean fáciles. Y todo no puede ser, los deseos se cumplen a medias, el amor no es el milagro que nos prometían en los cuentos y la vida, sencillamente, no es lo que esperamos de ella. Pero, a pesar de eso, hay que amar siempre.
jueves, 28 de octubre de 2021
Navidad y amor
Siempre quise vivir una navidad de película, como las mejores de mi infancia: Familia, árbol, regalos, despertar medio dormido afirmando que han llegado los reyes magos, que los escuchaste de madrugada. De adulto siempre me tocó una navidad distinta, la que yo elegía, que siempre giraba entorno a la atracción: Nunca estuve solo en Navidad, siempre con el amor de una mujer como protagonista: Eso condiciona, también, la visión de nuestros recuerdos. Dicen que el secreto para vivir muchos años es hablar con otros: Seré inmortal. La clave es, al parecer, hablar con el portero, con el cartero, la recepcionista del hotel. Como si el mundo que habitamos fuera una aldea pérdida y tuviéramos tiempo de contarles nuestra vida. Además de eso, ser optimista: Yo lo soy tanto que a veces parezco estar en una navidad eterna. Por último, amar mucho. Ahí puede que resulte más de lo necesario, pero no sé amar de otra manera.
miércoles, 27 de octubre de 2021
Nuestro amor
viernes, 22 de octubre de 2021
Volver de la muerte
martes, 12 de octubre de 2021
La Pintora Lagarta
La Pintora Lagarta Se creía mejor que nadie mientras su marido, consultor, ignoraba sus locuras. Con tres niños tuvo los cojones de amenazarle con irse por falta de atención, a el, que pagaba todas las facturas, incluyendo la de su autoestima. El se encogió de hombros. Aquel calvo simpático cuya vida se limitaba a un proyecto bancario no entendió la máxima: De tanto sacar y meter se pierde el interés. Todo plan que ella hacía el lo rechazaba, desde viajes hasta música brasileña: siempre faltaba algún documento, siempre algún pretexto para no salir, para no gastar, el dinero es la madre del cordero. Mientras ella se dedicaba a pintar cuadros mediocres que vendía a sus amigas pijas. Como en toda historia contada por un solo bando, ella era la madre y esposa perfecta, y entre entrega y entrega, entregada criticaba a su marido, y dónde sus amigas tomaban una, ella tomaba tres. Así, fea, amargada y con el ego alimentado por sí misma la conocí, nunca supo que yo conocía a su marido de antes, que él me comentó que estaba harto de ella, que tenía más cuernos que un Mihura, que él usaba a su madre como pretexto para huir a Sevilla y torear en plaza ajena, que la propia le amargaba. Y es que hay divorcios caros, pero para el lo más caro es estar casado. Mientras ella se cura los cuernos con billetes de banco, los suficientes para tener pasta para moverse, invitar a Brunch a las amigas y mostrar a todo el mundo lo víctima que es. El vive feliz su vida, toreando cada petición con la inteligencia de la experiencia, exigiendo rutina -que no es sino madurez- a una esposa que con casi cincuenta años no sabe lo que es la vida.
sábado, 9 de octubre de 2021
Yura
Yura era del Este. Su mejor amiga -lesbiana sin saberlo- La veía bellísima, alta, guapa, con la mandíbula cuadrada. A mi siempre me pareció un tío, con la boca demasiado ancha y alta como para ser atractiva a los hombres. Pero es mi experiencia que las mujeres ven belleza y envidian a las mujeres masculinas (y más culonas) así que para su mejor amiga Yura era perfecta, a pesar de haber mantenido relaciones durante años con un hombre casado, de tener un carácter difícil, de atacarla verbalmente bajo cualquier pretexto cuando volvía al amanecer con los tacones en la mano: Una depresiva de cuidado, cuya desequilibrada amistad no era fruto sino de una baja autoestima, dado que su amiga buscaba a su padre, frío y distante, en todas las personas que amaba, o bien amaba a todas las personas que le resultaban frías y distantes. Yura terminó casándose y teniendo hijos con un imbécil sin futuro con pinta de cabrón y modos de hijo de puta, que es un tipo de hombre que siempre tiene éxito con ciertas féminas. Tanto así que el susodicho acosó a su amiga, provocando un distanciamiento sin explicación que acabó con la dinámica de su amistad, la superioridad moral de la rubia frente a la morena, competidoras en tristezas y mediocridad.
jueves, 7 de octubre de 2021
Maikel
viernes, 1 de octubre de 2021
Atardecer que ilumina