Málaga huele a Jazmín

 

Málaga huele a Jazmín. Es un perfume que se percibe cuando se levanta la brisa nocturna y que dura hasta el amanecer. Por eso pasear contigo por sus calles en la noche es tan hermoso. El suelo parece apoderarse del calor para deleite de sus habitantes, que no pueden estar en su casa más de cinco minutos. Los malagueños viven en el exterior, como si una fuerza motriz les obligara a compartir espacio con otros viandantes, y nosotros les acompañamos en este Vía Crucis improvisado. No me sueltas de la mano, como si me fuera a escapar con alguna despedida de soltero con penes en la cabeza y camisetas ridículas. Me miras y te ríes, porque sabes que soy tuyo. Cuando nos sentamos en una terraza y comenzamos a comer bivalvos, su sabor metálico me hace desearte más y más, hasta que entre besos y arrumacos terminamos en el hotel de enfrente, comiéndonos uno al otro con la vida nocturna como banda sonora de nuestra pasión.