El Paraíso cercano de tu falda

Encontré en tí el paraíso cercano , y para llegar hasta el, sólo tuve que atravesar un camino de espinas, dónde me querían contagiar de tristeza y de locura. No descubrí mi equivocación hasta el mes de abril, cuando sus mentiras no se sostuvieron más, cuando su familia se convirtió en pocos instantes en el último tipo de persona con la que mantendría una amistad. Yo, que como bien sabes padezco y parezco hacer amigos en cualquier parte. Desde ese momento planee mi huída en silencio, huyendo de un amor que no lo era, de lo más alto a lo más bajo, dejé de pronunciar promesas -cuando uno deja de prometer, deja de amar- dejé de preocuparme. Los piropos, habitantes de mis labios desaparecieron sin previo aviso, la miraba y solo veía sus mentiras, sus engaños. Evité la tristeza pues en esto el hábito hace al monje y no profeso dicha religión, de la que ella era sacerdotisa. Así que me dediqué a mostrarle su verdadero yo, a ponerla delante de un espejo. Intentando entristecerme, ella sacó la lista de mis defectos: Esa que guardan todas las mujeres y que pronuncian de la manera más hiriente posible, una sola vez. Pero yo ya no estaba allí, estaba contigo en 

nuestro universo paralelo, dos calles más abajo. De no ser por aquello, de no ser por aquella, no te hubiera conocido, no sonreiría, no hubiera caído en el amor como gorda en tobogán. 

 

Gran Revelación

 

Y llegó el día que supe que eras, quién eras, y no pude ser más feliz. Ahí supe que te querría para siempre, como una losa de responsabilidad adquirida de manera mágica, porque tu bendición no es sino eso: Magia. El tipo de amor incondicional que nunca pensé en dar. La razón por la que despertar cada día. Alguien que  me querrá siempre, sin poder evitarlo. Alguien que querré siempre, sin poder evitarlo. Una obligación que nació en el pase de la tristeza a la alegría, cambiando la línea del tiempo, cuando toda esperanza estaba perdida.

Para qué dormir

 

Para qué dormir, para qué. Dónde dejamos el descanso de nuestros cuerpos, si siempre que estamos juntos estamos despiertos. No puedo cerrar los ojos a tu belleza y cuando no estás tú recuerdo me persigue de madrugada como si no echarte de menos fuera un crimen contra la humanidad. Olvidémonos de amarnos para poder disfrutar en los brazos de Morfeo de nuestro merecido momento de desconexión. Es la obsesión la que me impide pegar ojo: Mi existencia es contigo, mi cerebro no puede parar de pensar en tí, ideas seguidas una detrás de otra. Poderosas, soñadoras, buscando la felicidad. 

¿Que es querer?

 

¿Que es el querer? Querer es verano en Málaga, es la risa de la felicidad de las personas que te rodean cuando tu vibración es alta, eres tú, siendo la reina de nuestro paraíso. Eres tú besándome de manera repetida en la mejilla por sorpresa, abrazándome, diciéndome guapo. Claro que lo soy, tú me haces más guapo cuando me reflejo en tus ojos. Es saber que disfrutas conmigo cuando estamos solos, que me echas de menos cuando pasan los días y no te sonrojo la cara con piropos.  Eres tú, la brisa, la luz, la energía, yo mientras tanto cierro los ojos y disfruto, nací para que me acariciaran la cabeza, y tu a través de ella llegas hasta el alma.

Somos el poema

 

Somos el poema más bonito jamás escrito. Y ahora tu estás escribiendo la prosa, un libro de páginas infinitas que leeremos y releeremos juntos, día tras día, viéndolo crecer. Somos como la luz al amanecer, esperanza para el futuro, ganas de vivir el nuevo día. 

De donde vengo

 

Ahora que tú me amas con la intensidad exacta, entiendo de dónde vengo: De una narcisa que me respondía "es lo más bonito que me han dicho nunca" a un buenos días elaborado. Que, como narcisa, me preguntaba insegura cada tarde si aún la quería. Que mentía, mentía a sus padres, a sus amigas, a sus compañeros de trabajo, a mí. Pero sobre todo, se mentía a sí misma, esperando obtener un interés por cada palabra entregada, y una vez alcanzada la altura, tirarme sin paracaídas. Sus reacciones pasivo-agresivas eran siempre broma, y no admitía ninguna crítica. Ahora entiendes porque cada vez que te abrazo, cada palabra que tus labios pronuncian me produce miedo. Por qué siento escalofríos cuando me dices te quiero. Por qué te abrazo contra mí pecho y me siento tranquilo. Por qué tú añoranza me produce ternura, no tristeza. No verte un día es echarte de menos, no sentir una angustia que me impide respirar. Así debería haber sido siempre, amar en sosiego.

Y a que teme tu alma

 

¿Y a que teme tu alma? ¿A que teme? Puede que a todo, sé que conmigo te sientes tranquila, porque hablamos el mismo idioma,  porque no tengo que traducir la mía en cada conversación, porque te la confío. Me lo muestras en cada desvestir, en cada beso. ¿Consentida? Sentido es el que das a mi existencia, como si fueras la energía vital que estaba esperando desde siempre. Con cada año de vida la intensidad del placer alcanza la perfección, quizás por mirarte, quizás por amarte. Tanto, que mi alma te teme.

Lo que quieres o lo que esperan de tí

 

A veces todas nuestras decisiones en la vida se reducen a dos opciones: Es un lo que quieres en la vida versus lo que la gente espera de tí. Yo siempre me guié por lo primero. La otra opción para mí no es válida. Lo que más causa sufrimiento es intentar complacer a terceros, eso y no saber tragarse el orgullo cuando claramente necesitan ayuda, creer que ellos solos pueden con todo. De ser así, la humanidad no hubiera llegado ni a conquistar América, y no digamos alcanzar el espacio. De ser así nunca me hubiera enamorado de personas que no me convenían, por seguir la regla establecida. Tampoco hubiera viajado por todo el mundo, hubiera comido platos de dudosa procedencia, hubiera visto atardeceres y amaneceres de ensueño. Nunca hice lo que se esperaba de mí, y siempre me dejé ayudar. Es el amor por mí mismo y por la vida lo que marca mis acciones. Que todo siempre esté mejor que como estaba antes de mi paso. He aprendido de personas y lugares. Y sobre todo he intentado que todas las personas a mi alrededor sean felices. 

Málaga huele a Jazmín

 

Málaga huele a Jazmín. Es un perfume que se percibe cuando se levanta la brisa nocturna y que dura hasta el amanecer. Por eso pasear contigo por sus calles en la noche es tan hermoso. El suelo parece apoderarse del calor para deleite de sus habitantes, que no pueden estar en su casa más de cinco minutos. Los malagueños viven en el exterior, como si una fuerza motriz les obligara a compartir espacio con otros viandantes, y nosotros les acompañamos en este Vía Crucis improvisado. No me sueltas de la mano, como si me fuera a escapar con alguna despedida de soltero con penes en la cabeza y camisetas ridículas. Me miras y te ríes, porque sabes que soy tuyo. Cuando nos sentamos en una terraza y comenzamos a comer bivalvos, su sabor metálico me hace desearte más y más, hasta que entre besos y arrumacos terminamos en el hotel de enfrente, comiéndonos uno al otro con la vida nocturna como banda sonora de nuestra pasión.

Intensidad de Amor

 "Todos los amores deberían ser posibles.

Las personas no deberían llegar, ni antes ni después.

Todo debería ser exactitud, puntualidad vital para que el amor suceda.

La tierra debería girar con ese único propósito: el encuentro de las almas.

El resto sería resto y todo sería para siempre.

Brillo para siempre, brillo como un faro.

Brillo con brillo eterno"

 Vladimir Maiakóvski.

A veces estamos tanto tiempo presentes que es como si no estuviéramos, nos volvemos invisibles de tanto estar. Es la ausencia la que sirve de verdadero termómetro de los sentimientos, hay que distanciar los besos para sentirlos mejor. Hay que dejar las palabras de amor para otro día. Habría, incluso, que pedir perdón por amar demasiado, por entregar corazón, cuerpo y alma.  Nunca he podido ser así, bien lo sabes y por eso me quieres: Amor, odio, blanco, negro. Cada vez conozco más grises y me cuesta menos distinguirlos. Pero sólo se amar de una manera, y jamás pediré perdón por ser como soy, el mejor.

Morir por jugar al amor

La lealtad no es una palabra, es un estilo de vida. Es el compromiso, es proporcionar placer a la mujer que amas, es no dejar de amarla ante la primera dificultad, es aguantar sus días oscuros. Es hacerla sentir como si la conocieras desde hace diez años aunque sólo lleves diez días. Es no dejar de discutir y reconciliarse, sin ese ciclo la relación muere. Es morir por ella, todas las veces que sean necesarias. Es mirarla y desear hacerle un hijo, más lealtad no existe, pero no todo el mundo tiene cojones para ser leal, las personas auténticas escasean, morir de amor no es para todo el mundo.

Sábado de amor

 

Tres de la mañana del sábado. Te medio despiertas inquieta, triste, en tu paraíso que es el mío. "Te echo de menos" pronuncias en la oscuridad. Tus pesadillas son siempre a esta hora. Te abrazo. "tranquila, estoy aquí" no terminas de despertar, sigues soñando, sigues amándome en tu sueño, sigues verbalizando tu amor, con los ojos cerrados. Veo tus muecas de dolor, tu angustia entre sombras. Algún freudiano diría que es una muestra de traumas cuando fuiste niña. Sin abrir los ojos peleas con ese fantasma de madrugada. No estoy en tu mundo imaginario, estoy a tu lado, pero quieres que esté en los dos. Mi deber es protegerte, así que te beso, te abrazo y te dejo descansar. 

Buenos y el amor

 

Todos somos los malos en una historia mal contada. Todos somos los terribles, los crueles, los faltos de empatía. Pero eso también depende del contrario: De su grado de tristeza, apatía o alegría, tenga o no tenga ganas de vivir: Cuando más vacía y más dentro se encuentra esa persona, más crítica (y destructora) será con sus palabras. Así que todos dependemos de la capacidad del contrario para inventar o reinventar, nos importe o no. Estuve con una chica  para la que todos sus antiguas parejas eran poco menos que personas terribles, que no la cogían de mano en público o que no la presentaban  a sus amigos por vergüenza. No tenía ni un recuerdo bonito de ninguna de ellas, ni una sola palabra amable. Lo que más me indicaba con que clase de persona me estaba relacionando es que ella decía querer mucho a sus amistades, pero no paraba de juzgar como llevaban sus vidas: Por supuesto su odio a los hombres eran tal que todas sus amigas eran unas santas y todos los novios de estas unos seres egoístas estúpidos incapaces de criar hijos. Con el tiempo descubrí que los defectos que ella más citaba era los que ella misma tenía. Se descubre como es una persona verdaderamente viajando y gestionando dinero: Funcionaba básicamente en base a impulsos, sin orden ni concierto. Hace tiempo aprendí que quienes critican tanto la vida de los demás no es porque ellos crean que su vida es mejor, es porque no tienen lo que otros tienen. Va más allá de la envidia, es tristeza e incluso depresión: Un dolor que no pueden describir con palabras, y en mi corazón solo pueden habitar alegrías.