"Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico" (M. Benedetti)
Es que puedes engañar al cuerpo con otro, pero no puedes engañar al corazón con otra alma, porque como toda mujer que se precie tu alma muere de frío sin poesía. Sin piropos, esperando ese beso semanal, el de compromiso, de lado, sin mirarte a los ojos. Eso que parece más colegueo que coqueteo. Y mientras yo, enamorado de tu ternura en la distancia, no entiendo como alguien que tiene un tesoro como tú no lo cuida. Que no te ve distinta a los demás, que no aplaude cada mañana por despertarse a tu lado. Que no acaricia tu pelo cada vez que te besa, que no desea tu piel a cada instante, que no te tiene en sus pensamientos día y noche, que no da gracias a Dios por cada instante contigo. Que más amor que la paciencia, que más amor que la espera, que más amor que echarte de menos a cada instante. Que más amor que este suspiro que en estas líneas te escribo.
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico" (M. Benedetti)
Es que puedes engañar al cuerpo con otro, pero no puedes engañar al corazón con otra alma, porque como toda mujer que se precie tu alma muere de frío sin poesía. Sin piropos, esperando ese beso semanal, el de compromiso, de lado, sin mirarte a los ojos. Eso que parece más colegueo que coqueteo. Y mientras yo, enamorado de tu ternura en la distancia, no entiendo como alguien que tiene un tesoro como tú no lo cuida. Que no te ve distinta a los demás, que no aplaude cada mañana por despertarse a tu lado. Que no acaricia tu pelo cada vez que te besa, que no desea tu piel a cada instante, que no te tiene en sus pensamientos día y noche, que no da gracias a Dios por cada instante contigo. Que más amor que la paciencia, que más amor que la espera, que más amor que echarte de menos a cada instante. Que más amor que este suspiro que en estas líneas te escribo.
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