lunes, 7 de febrero de 2022

Amor de padre


Quisiera prevenirte, hijo.  Prevenirte en tu llegada al mundo. Darte todas las armas para que puedas defenderte ante la adversidades de la vida, enseñarte que la vida es cambio, que es imprevisible, como lo es la alegría por tu existencia, cuando ya había perdido toda esperanza. Ayer, rezando en una iglesia a la que te quiero llevar, San Manuel y San Benito, le pedí a Dios que te protegiera, que cuidara todos los pasos que vayas a dar por la vida. Vas a ser criado no sólo por mí, sino también por féminas que te quieren desde antes de tu llegada a este mundo, como a mi me quisieron de pequeño, por el mismo motivo: Ser el primer hombre en una familia de mujeres. 

Quiero Hablarte de tus ancestros los tlaxcaltecas que ayudaron a Hernán Cortés, y también de los  llaniscos, gallegos, vascos que dieron la vuelta al mundo con tus apellidos. De tu bisabuelo y abuelo andaluz como tu padre. Gente que luchaba porque querían la paz, que comprendieron que la guerra es defender a los tuyos, tu verdadera patria. Quiero estar a tu lado cuando no entiendas por qué amas y no te aman de vuelta, por qué hay personas buenas que, sin querer hacen daño a otros y por qué hay personas no tan buenas que hacen actos por los demás por imitación o mera notoriedad, sin sentirlo.  Quiero hacerte ver que la belleza engaña más que las palabras, y las palabras más que los silencios. Que la gente que es mala no lo sabe, pero los sufrimos los demás. Que siempre hay que pedir Late Check-Out en los hoteles, sobre todo cuando las vistas lo merecen. Que el tiempo cuesta dinero y no vuelve. Que las mujeres cuestan dinero y siempre vuelven. Que sonriendo se puede conseguir más que con cincuenta poemas. Como no tendré tiempo para explicártelo todo, espero que lo aprendas por tí mismo. 

2 comentarios:

  1. Esta es la carta más sincera y bella que se pueda imaginar y leer. Tendrá en ti el mejor padre y mentor, será un bebé dichoso sin duda gracias a ti y sin duda a su madre.

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