miércoles, 3 de diciembre de 2014

Libertad para hacer Lentejas

Las lentejas son probablemente mi especialidad culinaria. Cociné mis primeras lentejas a los 14 años, sabedor de que mi madre se había ido la noche anterior por la puerta de mi casa para no volver nunca más. En la radio sonaba Creep de Radiohead. Me invadía una sensación terrible de soledad que desaparecería tiempo después y se convertiría en necesidad. Mi padre tomó su vuelo hacia Bruselas habitual, tras tener una charla conmigo de madrugada. ¿Que necesidad hay de vivir con alguien que no quieres? Resumió. Le di la razón. Afortunadamente, yo nunca quise a ninguno de los dos, y convertí el potaje en elemento recurrente para evitar la alternativa que ofrecia mi padre a la ausencia de "cocinera": Salchichas y Patatas. Menos mal que la alemana era mi madre. 

Cuando cumplí la mayoría de edad y salí por la misma puerta buscando mi libertad, mi dieta básica se cocinaba los domingos y me duraba una semana. Tres tuppers de lentejas y dos de Garbanzos o al revés. No cenaba prácticamente nunca. Mi desayuno se limitaba a una tostada con café. Pasé hambre durante más de tres años, temblando en invierno por la falta de lípidos en el cuerpo. 

Es curioso como la vida, a través de los años te cambia la perspectiva de las cosas, pero esa necesidad del fuego lento, de "sentir" la comida, ese instinto primitivo de cueva y calor, es como un ritual litúrgico, necesario. Nunca he pedido lentejas en un restaurante. Sería como romper con una tradición, como traicionar a mi yo superviviente y hambriento de comienzos de mi juventud.

¿Donde está la clave? ¿En las lentejas, el clavo, las zanahorias, las patatas, el chorizo picante? No. La clave es mantenerse paciente. Y sobre todo experimentar. 

Ahora, mientras disfruto de su sabor a fuego lento, pienso en los nuevos sabores a los que he dado bienvenida en mi vida, y sonrío. 

La clave está en la vida, en la libertad, en el amor. Y en mantener las decisiones tomadas. ¿Libertad para hacer lentejas? Por supuesto, y para comerlas con quien me de la gana. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario