Quizás la razón de nuestro existir no sea sino dibujar amor en corazones ajenos, siendo conscientes que no existe fijador para el amor que transmitimos. Ser conscientes del préstamo del tiempo, el elemento más poderoso de todos, porque los segundos disfrutados, entregados a otra persona, valen oro porque no vuelven, como las marcas que deja el campo en las manos, ese recolectar de siembra que envejece la piel y la vuelve más sabia. Ese cambio constante en la vida para que podamos disfrutar cada día de lo mismo: Ver crecer a nuestros hijos, mirarse al espejo y no reconocer al de enfrente, constatando que el amor es sentir cada vez más oyendo cada vez menos mientras la persona amada te pregunta cosas desde habitaciones distintas. Susurrar en la oscuridad dentro de la misma estancia promesas que se repiten, contarle a tu hijo la historia de la familia mientras te escucha atentamente sin entender nada, salvo que estás cerca y que le quieres, y esa sea quizás la historia más hermosa que puedas contarle.
Relatos de ficción "Captar en lo que se ha escrito es síntoma de lo que se ha callado" (Nietzsche)
lunes, 21 de marzo de 2022
viernes, 4 de marzo de 2022
Amor de Padre
Y naciste, para que Dios te prestara a nuestros cuidados y nos hicieras más felices. Anoche te hablaba en voz bajita, con esa conexión entre tu y yo que no sabría explicar con palabras. Te decía que desde que te vi supe que te querría un poquito más que a tu madre ¡Ay tu madre! Es un ser particular. La última persona que hubiera pensado que fuera la madre de mis hijos. Es coqueta y vivaz, con muchas ganas de vivir, tantas como para dar vida a otra persona, que eres tú. Sé que te querrá siempre, aunque no sé si será capaz de gestionar sus emociones cuando las cosas no salgan como ella quiere, esto es, cuando tus decisiones o tus acciones no sean las que espera: Entonces te amará aún más, porque sabe que suele ser la solución a casi todo. He de decirte que a mi me ha hecho mejor persona, y sé que convertirá tu mirada de inocencia en un hombre educado y cariñoso, porque así somos en esta familia, de dar abrazos hasta quitarnos el aliento, por si mañana no podemos darlos.