Los que están no se van

 

Los que están no se van, ni tampoco hacen ruido cuando salen por la puerta. Las que están aman, sin dejar de hacerlo nunca. Porque hay amores que siempre son aunque no estén y amores que están sin ser. Amores que pronuncian más gestos que palabras, que buscan tu mano porque eres la razón de su existencia, aunque nunca te lo digan. Que difícil es ser y estar, coño. Que difícil poner tus actos dónde pones tus labios. Amar y no salir corriendo ante la primera dificultad. Que bonito es mirar a los ojos y sentir que tu hogar está en esa mirada que baja y produce sonrojo, dónde el silencio forma palabras que se sienten en sílabas con eco, dónde el sexo despierta y acuesta guiando la vida.

Flores y amor

 

Los colores vivos son las ganas de vivir. La tristeza desaparece con la belleza, que produce un placer permanente. Adoramos la simetría de formas, los culos y pechos firmes, las caras redondeadas tiernas, bonitas. La superficialidad no es tal sino la supervivencia de la especie. Flirteamos con la muerte, soñamos con la vida. Nadie quiere la soledad, pero pocos nos aguantan, y en una contradicción constante entre lo que queremos y lo que podemos tener,  queremos encontrar nuestro lugar en el mundo. Amamos la belleza idealizada por imposible, y cuando la tenemos, es como un premio millonario difícil de gestionar, la queremos conservar como si fuera una flor, y no depende sino de la naturaleza misma, que, como la vida es cruel, dura, maravillosa y hermosa al mismo tiempo.

Lo que es amor y lo que no

 

En vez de ansiedad por ausencia, siento paz por presencia. Es como la diferencia entre lo que soy y quién debería ser, un mundo inexplorado, a alguien que a su edad decía sabérselas todas. Como si fuéramos niños eternamente, no dejamos de aprender. Primero a perdonar, luego a perdonarnos.  Luego a entender la física del tiempo, que se acelera cuanto más felices somos, y parece pararse en momentos de angustia. Sabiendo todo lo anterior, está la mitad del trabajo hecho, que es media vida, que no es sino saber manejar los tiempos. Y ahora toca tiempo de amarnos, pasear por el paseo marítimo arriba y abajo de la mano, que utilices tu tono tierno conmigo hasta que me enamores, aunque ya no haga falta.

Amanecer del amor

 Deberíamos dar gracias por cada amanecer. Cada soplo de aire que insufla nuestros pulmones y nos muestra un día más lo maravilloso que es vivir.  Los que ya no están no lo pueden ver - seguro que estén en un lugar mejor - pero me cuesta imaginarme un mundo más hermoso que este, dónde el amor y una brisa de verano parecen sumar la fuerza más poderosa del universo, dónde los besos tienen la ternura exacta para enamorar y crear vida. Alguien dijo que había otros mundos pero están en este. Y cuando me veo en el reflejo de tus ojos por momentos no sé en cual estoy, pero sé que será un lugar hermoso mientras estés cerca.

Cada Selfie no es amor

 

Cada Selfie que mostramos a los demás no es sino una muestra de dolor, de tristeza. La felicidad no necesita de exhibición, como los enamorados no van diciendo a todos sus conocidos la fuerza de sus sentimientos: Cuando se exhibe más de la cuenta, cuando agregar y borrar seguidores forma parte de la rutina diaria, creyendo que así se tiene el control de las emociones, que se avanza a alguna parte, se sufre, no se es feliz. Las personas inteligentes guardan los recuerdos bonitos en el interior de sus corazones, las alegrías, como hacer el amor, como los te quiero son privados o no son de verdad.

Amar desde lo más alto

 

Amar desde lo más alto, como sólo se puede amar, convertir tus besos en el billete para recorrer el mundo, o para quedarnos en el nuestro que es lo mismo. Las bromas de dos se convierten en nuestro patrimonio de la humanidad, la brisa marina es el concierto sin comprar entrada más hermoso al que jamás asistí, y los recuerdos se mantienen en la memoria sin necesidad de realizar fotografías. ¿Qué es vivir sino esto?