martes, 4 de agosto de 2015

Amor, sin necesidad de mayúsculas

Y soñar despierto. Soñar que estás tumbada sobre mi pecho, cantando en un susurro, envuelta en mi abrazo, sentir que el tiempo no se para.  Sentir que el tiempo no importa. Que tú, evocadora de sentimientos puros, un día decidiste hechizarme con tu sonrisa, y desde ese día, vago, atontado, esperando que gires la cabeza una vez más y me ilumines con tu alegría, que hagas temblar mi corazón. Sentirse una criatura hedonista por un instante, cuya única preocupación en la vida en no tenerlas. 


No poder dormir, incapaz de escapar del recuerdo de tu mirar. Intentar cerrar los ojos, evitando la tormenta de sentimientos, buscando una coraza para evitar el dolor, ese que inevitablemente llega por la ausencia, y no poder hacerlo, preso de la marca de tus labios sobre los míos, atado a la energía que tu querer.
Eso es amor, sin necesidad de mayúsculas.