miércoles, 22 de julio de 2020

Magia y amor



Desnudos nos resulta mucho más difícil mentir, cuando la ropa no tapa las vergüenzas. Me preguntas ¿Que piensas? Como si pensar tuviese que ser algo concreto, como si cuando la mirada se nos queda fija estuviéramos viendo el pasado o el futuro. Teniéndote tan cerca me vino una curiosa imagen a la mente: Estabas sentada en un tren, abstraída por la lectura. De pronto parabas de leer, pues te había venido una imagen a la mente: Estábamos desnudos, abrazados, susurrándonos palabras de amor, y mientras te acariciaba se me quedó la mirada fija. Entonces me preguntaste ¿Que piensas? Como si pensar fuese algo concreto, como si cuando la mirada se nos queda fija estuviéramos viendo el pasado y el futuro. Ese fue el sueño que me hizo despertar, sentir la soledad de mi cama, sentir la ausencia de tu cuerpo -que hacía un instante, estaba abrazado al mío, como si fuésemos un sólo ser- y la necesidad de respirar profundamente. Me vestí y salí a correr por el bosque, huyendo de mi propia soledad, con lágrimas en los ojos. El viento parecía enfrentarse a mí y me golpeó con fuerza. Parecía decirme que volviera a mi cama, que aquella noche no era para andar corriendo de madrugada. Que no podría escapar de la angustia de tu recuerdo, del tacto de tus brazos en mi cuerpo. Avancé por la oscuridad, y de pronto te oí a lo lejos, llamándome. Al acercarte, vi que tenías alas. Dí un paso atrás, asombrado y caí por un precipicio situado en el camino por donde había venido. Desperté y te abracé fuertemente. ¿Un mal sueño? me preguntaste. Sí, te contesté, mientras te mordisqueaba con cariño la espalda, continuaba por el cuello y te besaba. Ven, soy un ángel, me dijiste, te haré olvidar la pesadilla. Y sentí que tus besos, perdidos en la oscuridad, eran un regalo del destino. Dentro de ti comenzaste a hacerme preguntas entre susurros, que yo contestaba con gemidos, disperso, sin saber que decir. Un sentimiento de felicidad inmensa que me hizo despertar, seguido de tu llamada telefónica. Tras saludarte me quedé en silencio y me preguntaste ¿Que Piensas? Como si pensar tuviese que ser algo concreto, como si cuando la mirada se nos queda fija estuviéramos viendo el pasado o el futuro.

2 comentarios:

  1. Vives en una permanente montaña rusa de sentimientos. Gaude.

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  2. Yo soy yo y mis circunstancias. También he pasado años de felicidad en una casa en orden. A veces la rutina es maravillosa.

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