"Cuanto amor destruyen las familias políticas, más que todas las infidelidades de las historia juntas" - Anónimo
No te voy a mentir, pese a amarte con locura, tras verte convertida en su mascota y servidora -sin más necesidad que el propio egoísmo- No me arrepiento de nada. Cuando nos conocimos mencionaste tu devaneo con las drogas para integrarte en tus nuevas amistades -tan distintas a las antiguas- que en mí causo repulsión y sorpresa, pero olvidaste mencionar que tenías Hijos Viejos, que, como carta de presentación resultan peores que hijos propios, pues su amor hacia tí (si alguna vez existió, pues dijiste que no fuiste querida) desapareció hace años y sólo te usan. Muñecos a los que terminarás cambiando el pañal, que por todo se quejan y que te utilizan a su antojo, impidiendo tu felicidad. Me comentabas tus fracasos en el amor, siempre inmediatamente posteriores a que descubrieran su efecto sobre tí. Una esclavitud injustificable, pues deberían querer tu bien y celebrar tus ausencias temporales, si estas son producto de la felicidad. Personas malignas que te insultan, que viven en un mundo oscuro y triste, de silencio y de quietud. Justo lo que tu no eres y no quieres. Y sufres por no poder tener todo: El Amor de un ser querido y tus Hijos Viejos que agobian tu corazón. A ellos espero que el destino les depare una muerte lenta, envueltos en una lenta agonía y que su dolor no pueda ser paliado con ningún analgésico. Yo he amado cuando he sentido amor, con más o menos pasión según las sumas de cariño, cuidado y amor recibidas, que dan como resultado la exaltación de la persona amada. Por eso cuando abrí los ojos, te dije que tenías la belleza en periodo de carencia, que ya no podías hacerme daño porque había dejado de quererte. Y cuando llegue el momento de tu soledad, maldecirás a aquellos que cuidaste en exceso y que impidieron que tuvieras en tu corazón espacio para alguien que verdaderamente te quiera, fuese quien fuese. Pero lamentablemente tu felicidad no volverá, y tal como ellos hicieron desaparecer tu juventud, harán desaparecer todo recuerdo de nuestro amor y de los que aparezcan, pues condenarán tu futuro. Seres inferiores con capacidad de maldad infinita y persistencia en la destrucción de todo aquello que no les produzca beneficio personal.
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