Hasta hace poco estaba perdidamente enamorada de cada uno de tus mocos, de cada uno de tus pelos de la nariz, de tus cejas y de tu culo, de cada pedo que te tiras en la cama cuando duermes a mi lado, de cada calva en tu cabeza, de cada pliegue graso y suave de tu piel, de tu sarcasmo e ironía... Absolutamente enamorada de tu mirada verde perdida, de cada uno de tus no-gemidos, de cada palabra que no te entiendo en vete a saber qué idioma de los muchos que dominas... Enamorada de cada uno de tus viajes y recuerdos, de las arrugas de tu ropa en las perchas de mi/nuestro armario, de cada una de las imágenes de ti en la cama, en la ducha, en la piscina, paseando desnudo de cada una de las habitaciones que hemos compartido... Enamorada y convencida de tus promesas de futuro, despistes y mordiscos en mi cuerpo, de cada blog leído y no leído en que has participado, de cada canción que me has cantado sin voz, de tu dolor acumulado ante la ausencia de abrazos de tus padres, de tu ternura y pasión, a veces mal entendida... Enamorada perdidamente de los nombres de nuestros niños y de cualquiera de tus tonterías"
"Estimada conocida,
Te escribo para no escribirte más. No quiero cruzar ningún puente que me lleve a tí. Y sí, sé que me fuí sin tan siquiera decirte adios. Pero estar contigo es como estar al borde de un abismo constante, de sentimientos encontrados, de vivir con miedo a tus palabras, desbordado por tu inteligencia, agotado por tu santa voluntad y tu provocadora actitud pueril. Provocabas en mi un dolor interno que no desaparecía ni con tu presencia ni con los orgasmos tan maravillosos que me provocaste. El primero de ellos, debido a tu belleza, casí al entrar en la habitación, pues la belleza produce un placer permanente. En tu caso se le unían angustia y congoja. Y miedo, mucho miedo a que llegue a enamorarme tanto de tí que en el momento que aparezca otro Macho Alfa me abandones y destroces. Y sin embargo tu círculo vital es muy restringido, vives en un mundo muy pequeño, envuelta en tu atmósfera de confort. Y yo, que soy de viajar al fin del mundo con lo mínimo y vivir aventuras que otros sueñan, me sentí enjaulado. Quizás soy un cobarde, pero no quiero sentir la necesidad de suicidarme por un corazón roto. Quiero sentir sin dolor, vivir sin angustia. Sentir seguridad al amar, no vivir en una constante montaña rusa. Y ser feliz. Sobre todo, ser feliz. Quizás pido demasiado, pero mientras tanto, cuídate"
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