lunes, 30 de mayo de 2016

Sobre La Libertad y la Realidad





Mi realidad es diversa. Nadie puede imponerme una Nacionalidad o un grupo étnico. Me considero Libre, y como tal persona libre, tengo varias realidades en mi interior, fruto de las experiencias vividas a lo largo de mi vida. Me he mudado una veintena de veces, he vivido y trabajado en países muy diversos y con personas a menudo tan descolocadas bajo los cánones actuales como yo. He trabajado para el Estado y para la Empresa Privada. Me han apuntado con un arma varias veces. Me he perdido por desfiladeros, montañas, caminos y calles de países que no conocía, a miles de kilómetros de la tierra que me vio nacer y a veces comunicándome con signos. He comido hormigas y carne de animales cuyo origen he preferido ignorar. Me he sentido más cómodo siempre con personas abiertas que con personas cuya mente está cerrada porque lo suyo -dicen- es lo mejor. He visto amanecer en el desierto y en la selva. He viajado en casi cualquier transporte posible. Todo lo que me gusta, lo que sociológicamente me hace pertenecer a un grupo, lo he elegido voluntariamente, y aunque fuera rechazado por ello no me importaría. Me siento alemán cuando trabajo y español cuando estoy de fiesta. Amo el desierto como lo puede hacer un israelí, y lucho por la libertad de mi gente como lo pueden hacer ellos. La pasión me mueve, y eso es un concepto que de tener alguna nacionalidad, sería española. Pero no por eso me considero más o menos que nadie. Y si alguien quiere encasillarme, para eso tengo las treinta y dos hojas del pasaporte selladas. Si estoy aquí es porque soy moderadamente feliz, y el día que deje de serlo, me iré. Sin mirar atrás, como lo he hecho siempre.

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